Carlos del Pozo

La vida en una página

Informe desenfocado

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Hace unos meses comentaba en este blog la creciente pérdida de calidad en sus contenidos del programa de Televisión Española Informe Semanal, uno de los más veteranos y laureados de la historia de la televisión en España. Lo hacía a cuenta de lo que allí entendí como una clara falta de rigor informativo al dedicar unas semanas antes en uno de sus espacios sendos reportajes laudatorios y extensos a mayor gloria de las muertes de Margaret Thatcher y Sara Montiel y, por el contrario, prácticamente ignorar la de José Luis Sampedro, cuyo recuerdo se despachaba en menos de medio minuto con cuatro tópicos superficiales.
Ese artículo, que como otros que conforman este cuaderno de bitácora desde hace unos años, lo envié a una revista madrileña con la que colaboro desinteresadamente desde hace un cuarto de siglo. Al poco tiempo de aparecer en esa publicación, el director de la misma recibió la carta de una ofendida lectora en la que se me acusaba de no haber sabido entrever el gran talento cinematográfico de Sara Montiel, de quien aseguraba que si hubiese querido habría superado a mitos como Sophia Loren o Anna Magnani, respecto de las que se diferenciaba en que, además, era guapa hasta el insulto (sic). También se me decía en esa misiva que, de haber vivido y haber leído mi crónica, Terenci Moix se habría enfadado mucho con mi desprecio, y se me censuraba por proferir burradas pleistocénicas (sic), aconsejándome consultar la whiskypedia (sic) para curar mi mala leche machistoide (sic), todo ello inadmisible, según esa lectora, en una persona como yo a quien le presumía una formación cultural y hasta intelectual.
Nada dije en su día sobre esa carta, ni en este blog ni en la revista de marras, y si ahora saco a colación el tema es porque, meses después de aquello, el tiempo me ha dado la razón y Televisión Española ha decidido cargarse del todoInforme Semanal, el programa de referencia informativa durante décadas y por cuya redacción pasó lo mejor del periodismo y reporterismo patrio. Los nuevos dirigentes televisivos lo han relegado a la madrugada -comienza frisando las doce de la noche- en beneficio de un concurso de grupos de pop presentado por Carlos Latre. Ya ese nuevo equipo directivo lo había trasladado paulatinamente a horarios más tardíos, pues de programarse a las nueve y media, tras el Telediario, se pasó a las diez y hasta a las diez y media. Ahora se le confina a una franja horaria casi golfa, no sé si para competir con el porno o las películas subidas de tono de otras cadenas.
En cuanto a nuestra amable lectora, la misma coronaba esa carta a nuestro director felicitando a casi todos los colaboradores de esa revista. Desconozco si ese casi me incluía, pero en todo caso debo decir que por mi parte me congratulo de todos y cada uno de los lectores de esa revista, y de esa amable lectora -de quien omitiré su nombre para preservar su intimidad- la primera de todos ellos. Decía Carmen Martín Gaite, la entrañable Carmina, que a todo el mundo hay que tratarlo siempre como personas por si acaso lo fueren. Yo creo en la discrepancia, en la discusión de las ideas y en la confrontación de pareceres, pues estimo también que la tolerancia y la libertad de expresión conforman las bases de una sociedad libre y plural; es la única ideología que les he intentado inculcar desde siempre a mis hijos. Y a ser posible, que cada uno defienda sus ideas sin insultar, cosa que por desgracia no siempre acaece.